La Organización Mundial de la Salud, (OMS), señala que la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
Se considera una enfermedad común donde se observa sentimientos de melancolía, apatía, desesperación, emociones negativas que llegan al punto de incapacitar a la persona en su actividad diaria.
Hay que tener en cuenta que no todas las depresiones presentan los mismos síntomas ni la misma gravedad sino que varían en función del individuo y sus circunstancias.
La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares.
En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan más de 800,000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.