Fue encontrada en Altai, Rusia como parte de la Cultura Pazyryk, su momificación no fue deliberada sino una creación accidental causada por agua filtrante y permafrost que encerró su ataúd, esto por más de 2mil años permitió la conservación de su cuerpo y varios magníficos tatuajes como el de un ciervo estilizado. Este tatuaje es uno de los más antiguos encontrados y mejor preservado en restos humanos, en el que además de representar la vinculación estrecha de nuestros antepasados con la naturaleza también sugiere que el decorar nuestra piel de forma permanente ha sido parte de nuestro «maquillaje» social durante mucho tiempo.
Conocida como “la Dama de Hielo” o “la Princesa de Altái”, la princesa recibió este último nombre por la meseta donde fue encontrada. Su descubrimiento trajo consigo debates sobre su repatriación, incluso amenazando la integridad de la Federación Rusa, ya que algunos altaicos abogaban por la separación debido a este incidente arqueológico.
