La llegada masiva de sargazo obliga al sector hotelero a invertir millones en limpieza y protección de playas, mientras se busca una solución sostenible.
Santo Domingo.- En las últimas semanas se ha incrementado la cantidad de sargazo en las playas del Caribe. Este fenómeno natural se consolida como una amenaza ambiental y económica sin precedentes en la región, afectando de manera directa a países como República Dominicana y México.
Incluso, estas algas marinas han llegado hasta Europa y el sudeste asiático en donde se están acumulando en las playas del estrecho de Gibraltar y la costa del sur de España.
El sargazo, que impactan de manera directa a la industria turística dominicana, representa un desafío operativo y financiero en grandes proporciones, según Aguie Lendor, vicepresidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), quien aseguró que, aunque las playas no se han cerrado, la llegada masiva ha obligado a los hoteles a destinar recursos extraordinarios para mitigar sus efectos.
Aumento de recursos
Lendor señaló que, si bien las predicciones han mejorado y ya se conoce con antelación la magnitud de las oleadas de sargazo, las operaciones hoteleras sí se han visto afectadas.
“La cantidad de sargazo ha implicado mayor inversión en el uso de sargaceras, en contratación de personal y en logística para su retiro. Incluso, Medio Ambiente tuvo que darnos un permiso especial por diez días para utilizar otros equipos que no están permitidos regularmente en las playas”, explicó.
La vicepresidente de Asonahores subrayó que la protección de las playas y la conservación de la arena es una prioridad para el sector hotelero.
Sin embargo, dijo que la magnitud del problema ha llevado a los establecimientos turísticos a asumir los costos de colocar barreras flotantes y reforzar los trabajos de limpieza, tanto en el agua como en la arena.
“A pesar de estas medidas, el sargazo sigue llegando y hay que retirarlo rápidamente, porque en dos o tres días entra en putrefacción y se convierte en un contaminante ambiental”, advirtió a El Día.
Lendor confirmó que todos los hoteles han tenido que contratar personal adicional para realizar estas tareas, muchas de las cuales se hacen manualmente y otras, requieren maquinaria especializada y permisos medioambientales específicos.
(c) El Día