A la hora de consumir arroz, no es lo mismo qué arroz se consume. Hay distintos tipos con diferente tamaño, grosor, aroma, sabor y color. Aquí listamos las principales diferencias entre el arroz integral y el refinado, conocido comúnmente como arroz blanco.
Arroz integral: mantiene su forma entera con el salvado, el germen y el endospermo. Sus nutrientes permanecen intactos: tiene fibra, vitaminas B1 y B6, fósforo, selenio, magnesio y manganeso.
Arroz refinado: se pule y se eliminan las capas de salvado y embrión. Se retiran la mayoría de vitaminas y minerales. Si se agrega una parte de ellas, debe aparecer la palabra enriquecido en el empaque.
El arroz integral mantiene sus nutrientes intactos de manera natural. Mientras que el arroz blanco es sometido a un proceso en el que pierde fibra y otros nutrientes.
El arroz integral tiene un proceso de cocción más duradero y una textura más masticable que el arroz blanco refinado. Tiene, también, un menor índice glucémico.
El arroz integral no aumenta riesgo de diabetes, por el contrario, comer dos o más porciones a la semana se asoció con una reducción del 11% en el riesgo de diabetes tipo 2. El integral aporta fibra, tiene más nutrientes, menos IG y reduce el riesgo de padecer diabetes.
Las recomendaciones diarias de consumo de fibra son de 25 gramos para las mujeres y 38 gramos para los hombres.
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