Este fin de semana, Juan Soto hará el viaje más corto y uno de los más esperado en las Grandes Ligas, que el jardinero apuntó en el calendario desde que escogió uniforme por los próximos 15 años y en el que podría enfrentar un entorno hostil en lo que una vez se amó con pasión.
Desde el viernes y hasta el domingo, los Mets visitarán a los Yankees para disputar tres juegos, con ambos equipos punteros en su división, alimentando el sueño temprano para otra Serie del Subway en octubre.
El enfrentamiento marcará el regreso de Soto al estadio del Bronx, donde ilusionó a la exigente afición del equipo más ganador, tanto que en solo un año que estuvo allí convenció a sus ejecutivos de ofrecerle hasta US$760 millones para que se quedara a terminar su carrera allí.
Pero Soto le dijo que no, dejó Washington High por Queens, solo 15.5 kilómetros separan un parque del otro; ni en Chicago hay tan poca distancia entre las casas de los Cubs y White Sox (17.3 km).
Un regreso que ha disparado los precios de las boletas en el parque que ha visto pasar a 834 mil 289 aficionados en los primeros 20 juegos.
En Vividseats.com, una plataforma que revende tickets, al martes el asiento más barato costaba 114 dólares. En la última fila. Pero verlo en la primera sección, al lado del clubhouse de los Mulos, trepa hasta los 3,987 dólares.
(c) Agencia AFP
