Los ciberdelincuentes buscan estos días el clic del comprador para hacerse con sus datos sensible
Las compras online se han convertido durante los últimos tiempos en un gran aliado para hacer frente a la inflación y al cada vez más escaso tiempo del consumidor. En este sentido, no cabe duda que comprar a través de internet puede ser una práctica muy beneficiosa que permite adquirir todo tipo de productos sin necesidad de moverse de casa, ahorrando así tiempo y dinero. Sin embargo, el ecommerce también abre la puerta a posibles estafas o fraudes.
Por otro lado, los ataques de phishing se están multiplicando, según alertan las autoridades. Esto supone que los ciudadanos reciben desde correos electrónicos supuestamente procedentes de grandes marketplaces regalando palés de productos hasta hipotéticos pedidos que sufren alguna incidencia pasando por sitios web que imitan tiendas online populares.
Además, los ciberdelincuentes buscan estos días el clic del comprador para hacerse con sus datos sensibles o tener acceso a la cuenta del banco. No solo eso, también puede ocurrir que lo que nos llegue a casa sea un producto totalmente distinto a lo solicitado. También es posible que suceda que el comprador directamente no llegue a recibir algo por lo que ha pagado. ¿Qué puede hacer el consumidor para evitar todos estos problemas?
Solo webs seguras
Para evitar este tipo de fraudes, el comprador debe extremar las precauciones a la hora de comprar por Internet, cerciorándose de que la web en la que está comprando sea de fiar y donde figuren las garantías de compraventa. Si no aparecen, lo más posible es que se trate de un fraude.
Una medida útil, según los expertos consultados, es comprar en páginas cuya dirección comience por «https» en lugar de «http» y vaya acompañada de un candado cerrado. Por otro lado, es necesario comprobar que la web identifica a la empresa responsable y ofrece sus datos de contacto.
No utilizar wifi público
Para evitar fraudes y que los ciberdelincuentes accedan a nuestros datos es importante también que, a la hora de realizar alguna compra online, se utilicen dispositivos correctamente configurados con sistemas de antivirus actualizados y utilizando conexiones privadas seguras. Esta recomendación es capital: no debería utilizar wifi públicas para realizar sus compras seguras a través de internet.
Formas de pago habituales
Además, debe desconfiar de formas de pago que no conozca así como de pagos a través de transferencia, ya que no ofrecen ninguna garantía comercial. Otra cuestión importante para evitar problemas es que el consumidor no debe facilitar datos personales o bancarios si no es una web fiable o de confianza. Si la compra es a un particular, debe desconfiar de faltas de ortografía o presiones para realizar la operación.
Además, es importante revisar con detalle las condiciones de compra, plazos de entrega así como los gastos de envía, devoluciones, etcétera. Por otro lado, si el caso es contrario y la venta por internet la realiza usted, debe desconfiar si le ofrecen más dinero del que pide al vender un producto: es una señal clara de que puede ser una estafa.
Los barato sale caro
Por último, tenga claro que tanto en el mundo online como en el offline, en muchas ocasiones, lo barato sale caro. En este sentido, es importante que desconfíe de las páginas con productos a precios excesivamente atractivos u ofertas y banners continuos de regalos por dar tus datos.
Si ya se ha cerciorado de todas estas cuestiones, es necesario que al finalizar su compra repase el resumen de la misma vigilando que los datos personales que ha aportado son los estrictamente necesarios. Además, es necesario que conserve copia de la operación.
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