Se trata de una comunicación en tiempo real que los autores denominan ‘sentido neurobiótico’.
Un reciente estudio publicado en la revista Nature y liderado por el neurocientífico Diego Bohórquez, de la Universidad de Duke en Estados Unidos, ha identificado un sistema sensorial oculto en el intestino que permite una comunicación en tiempo real entre el cerebro y el microbioma intestinal. Este hallazgo sugiere la existencia de un posible sexto sentido, al que los autores denominan sentido neurobiótico.
Durante décadas, se consideró que el intestino era un mero órgano digestivo. Sin embargo, el trabajo de Bohórquez, desarrollado durante 15 años, demuestra que el sistema digestivo cuenta con neurópodos, unas células sensoriales especializadas que detectan señales de los microorganismos intestinales y las transmiten al cerebro a través del nervio vago. Esta vía permite al cerebro recibir información en tiempo real sobre el estado del microbioma, influyendo en comportamientos clave como el apetito y el estado de ánimo.
Uno de los hallazgos más impactantes es que ciertas bacterias, como las del género Salmonella, liberan proteínas llamadas flagelinas al ser alimentadas. Estas son detectadas por los neurópodos, que usan un receptor para enviar una señal al cerebro indicando que el cuerpo ya ha ingerido suficiente alimento. En pruebas con ratones, al desactivar ese receptor, los animales comían más y ganaban peso rápidamente, lo que sugiere una conexión directa entre el microbioma y la conducta alimentaria.
Este sistema sensorial intestinal podría tener implicaciones clínicas de gran calado. Tal como explica la doctora Clàudia Aràjol, del Hospital de Bellvitge, este hallazgo abre nuevas vías para investigar el papel del microbioma en el control del apetito y el desarrollo de fármacos contra la obesidad. Además, plantea una visión más compleja de nuestra biología sensorial. “Somos un conglomerado de sistemas sensoriales”, señala Bohórquez, quien no descarta la existencia de otros sentidos aún por descubrir.
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