Matías Zibell y Ronald Alexander Ávila-Claudio
BBC News Mundo
«Hoy ha sido un día histórico. El pueblo argentino dejó atrás la decadencia y optó por el progreso. Hoy pasamos el punto bisagra. Hoy comienza la construcción de la Argentina grande».
Estas fueron las primeras palabras de Javier Milei desde su búnker electoral tras su partido obtener un fuerte respaldo en las elecciones nacionales de medio término.
Después de meses de zozobra -con una derrota en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre, escándalos de corrupción y una crisis económica por la que debió ser auxiliado por Donald Trump- el líder libertario pudo festejar este domingo en Argentina.
Con un ausentismo electoral superior a las dos últimas elecciones de 2023 y 2021, los argentinos renovaron la mitad de la Cámara de Diputados (127 legisladores) y un tercio de la Cámara Alta (24 senadores), pero, sobre todo, le dieron un fuerte respaldo al actual mandatario.
Con casi la totalidad de la elección escrutada, la Libertad Avanza, el partido oficial, obtuvo más del 40% de los votos, con victorias resonantes en la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba y Santa Fe.
Pero, la gran sorpresa fue cómo recortó la diferencia en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, donde hace casi un mes y medio había perdido por casi 14 puntos con el peronismo y en esta elección lo venció por menos de un punto.
«La noche de hoy hemos conocido resultados muy ajustados con una mínima de 0.5 en nuestra contra. Pudimos renovar 15 diputados y uno más», dijo el gobernador bonaerense peronista, Axel Kicillof.
El peronismo, reunido bajo el lema de Fuerza Patria, se ubicó segundo a nivel nacional con un porcentaje del 31,62%.
La tercera fuerza, con 7,13% de los votos, fue la alianza Provincias Unidas, una fuerza de seis gobernadores que intentaba ocupar el centro del escenario político, entre los libertarios y los peronistas. Solo uno de los seis gobernadores ganó en su provincia.
El cuarto puesto fue para el Frente de Izquierda, con casi 4%.

Todo esto en el marco de una consolidación de la tendencia que ya se vio en las elecciones regionales que tuvieron lugar este año: un desinterés por ir a votar de gran parte de la población argentina.
La Cámara Nacional Electoral informó que este domingo, en un país donde el sufragio es obligatorio, votó casi el 68% del padrón electoral.
De acuerdo con el diario local El Clarín, «es el mayor ausentismo» a un proceso electoral desde el retorno de la democracia argentina.
Primeras consecuencias del triunfo
Con estos resultados, el partido oficialista incrementará su presencia en el Congreso, donde dependió en sus dos primeros años de los votos de sus aliados para aprobar sus proyectos, aunque el Senado seguirá en control de la oposición.
«Tenemos que afianzar en los próximos dos años el camino reformista para consolidar el crecimiento y el despegue definitivo», señaló el presidente en plena celebración.
Además, la elección deja muy golpeado al gobernador Kicillof, quien tras el éxito de su partido en la elección regional bonaerense se había posicionado como el principal obstáculo del presidente en su búsqueda de la reelección en 2027.
Kicillof se presentó en la sede de su agrupación política junto a varios referentes actuales, entre ellos Sergio Massa, excandidato presidencial y líder del Frente Renovador; Máximo Kirchner, hijo de los expresidentes Cristina Fernández y Néstor Kirchner, además de presidente del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires; y Juan Grabois, referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular.
Con esta puesta en escena, el gobernador convocó a la unidad con sus socios peronistas y alcanzó a decir que «el futuro no es Milei, es del pueblo».
En ese mismo búnker de Fuerza Patria, Grabois apuntó contra La Libertad Avanza y sostuvo que su jefe de campaña «se llama Donald Trump, y su ministro de Economía, Scott Bessent, el secretario del Tesoro de EE.UU.».
Por su parte, Trump, en su red social Truth Social, describió la victoria del oficialismo como «aplastante».
«¡Está haciendo un trabajo maravilloso! Nuestra confianza en él ha sido justificada por el pueblo de Argentina», comentó.

A nivel internacional, Milei también podrá mostrar a su par estadounidense y al Fondo Monetario Internacional que cuenta con el apoyo mayoritario de los argentinos para impulsar las medidas pendientes de su programa económico: la reforma previsional, impositiva y laboral.
En las últimas semanas, Trump ordenó un singular auxilio financiero de EE.UU. a Argentina para aliviar los crecientes problemas políticos y económicos de Milei, con quien siente afinidad ideológica.
La crisis económica, los casos de corrupción y el salvavidas de Trump
Desde que llegó al poder en diciembre de 2023, Javier Milei impulsó una serie de medidas para frenar la inflación, reducir el déficit fiscal y estabilizar el tipo de cambio.
Sin embargo, con el tiempo el gobierno comenzó a quedarse sin dólares y el panorama económico se oscureció. En septiembre, los inversionistas empezaron a desprenderse de sus activos y a dudar de la capacidad del país para cumplir con sus compromisos de deuda.
El Ejecutivo también se vio sacudido por varios escándalos de corrupción. El primero estalló cuando Milei fue vinculado a la promoción de la criptomoneda $Libra, investigada por la justicia como una presunta estafa.
Luego se filtraron audios de un exdirector de la Agencia de Discapacidad que sugerían sobornos a Karina Milei, hermana del mandatario y secretaria general de la Presidencia, y se produjo la renuncia del candidato oficialista a diputado por Buenos Aires, José Luis Espert, acusado de tener vínculos con un empresario relacionado con el narcotráfico en EE. UU.
La población comenzó entonces a mostrar recelo ante las políticas del presidente.
Según la Universidad Torcuato di Tella, el Índice de Confianza en el Gobierno cayó a su punto más bajo en la primera quincena de agosto: de 2,45 a 2,12 puntos en un mes, una disminución del 13,6 %.
De acuerdo con analistas, estos factores explican en parte la derrota de la fuerza política de Milei en las elecciones provinciales.
En ese contexto, el respaldo económico de EE.UU. resultó decisivo para la victoria del domingo.
El plan de ayuda anunciado por Washington incluía una línea de swap por US$20.000 millones entre ambos países y la compra de US$1.000 millones en pesos argentinos, con el fin de contener la devaluación.
La medida generó críticas a Trump dentro de EE. UU., sobre todo entre empresarios del sector agrícola que compiten con Argentina y consideraron que la política contradecía su lema de «EE.UU. primero».
El salvavidas financiero logró calmar los mercados, aunque estaba condicionado —como advirtió el propio Trump— a un triunfo del bloque de Milei.
«Si pierde, no vamos a ser tan generosos con Argentina», declaró el presidente estadounidense.
Al final, Milei remontó.
Este domingo, tras conocerse los resultados, las acciones argentinas registraron una fuerte suba en el mercado nocturno de Nueva York.
Un respaldo al programa de Milei
Distintos analistas señalan que el gobierno recibió el domingo un respaldo a su programa.
«La gente decidió mantener el crédito abierto al cambio de enfoque de la economía, que es básicamente lo que propone Milei», dice Orlando D’Adamo, un psicólogo experto en comportamiento político, a BBC Mundo.
A su juicio, «la oposición se equivocó» porque buena parte de los candidatos que presentó para estas elecciones legislativas eran viejos conocidos de la política.
Y eso le permitió al partido de Milei, pese a ser gobierno, volver a jugar con éxito la carta antisistema, incluso con candidatos a diputado o senadores poco conocidos.
Desde la oposición tampoco se vieron propuestas claras para estas elecciones, tal vez un reflejo de la confianza en que le bastaba con el desgaste del gobierno para ganar.
«La sorpresa puede venir porque quizás dejamos de ver que hay un porcentaje de la población bastante importante que, frente a la certeza del pasado, optó por la incertidumbre del futuro», señala Lara Goyburu, una politóloga argentina que dirige la consultora Management & Fit.
«Prendió bastante fuerte la idea de ‘no sé qué viene después y la estoy pasando mal hoy, pero sé que al pasado no quiero volver'», explica Goyburu en diálogo con BBC Mundo.
Esto, agrega, sucede junto a un cambio sociológico en el padrón electoral argentino: hoy la mitad de los votantes tiene menos de 39 años, el segmento que evalúa de más positivamente al gobierno y que «creció viendo a sus adultos quejarse constantemente de la política argentina».
Con información adicional de Isabel Caro y Cecilía Barría.
(c) BBC News Mundo (27.10.2025)



