Desde el 1 de enero de este año hasta noviembre, el Gobierno ha destinado más de 83,900 millones de pesos en transferencias al sector eléctrico para financiar sus operaciones. Este monto es un 10.2 % mayor al acumulado en el mismo período de 2023.
Asimismo, representa cuatro veces más que los recursos destinados a mitigar el impacto de la inflación y el doble de lo asignado a los subsidios sociales implementados por el gobierno para apoyar a los sectores vulnerables.
El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) destacó en su más reciente informe de situación macroeconómica -seguimiento de coyuntura- que, particularmente en noviembre, se transfirieron aproximadamente 7,100 millones de pesos, equivalentes a un aumento interanual del 51.9 %.
Al desagregar los datos preliminares sobre los demás renglones de subsidios, se indica que el 93.3 % de lo presupuestado para subsidios sociales alcanzó los 39,400 millones de pesos al 29 de noviembre de este año. De esta cantidad, 26,782.4 millones pesos se destinaron al programa Aliméntate; el resto se distribuyó entre el bono para hogares para la compra de gas licuado de petróleo (GLP) y el Bono Luz.
En relación con el apoyo para personas de escasos recursos en el pago domiciliario del servicio eléctrico, el documento precisa que este representó un 10.1 % del total de subsidios sociales analizados en los nueve meses de evaluación, es decir, unos 3,900 millones de pesos adicionales a las transferencias directas que realiza el gobierno al sector a través de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE).
El Poder Ejecutivo, a través del anteproyecto que modificó la Ley 80-23, que aprobó el Presupuesto General del Estado para el ejercicio presupuestario de este 2024, explica que el incremento en los precios internacionales del petróleo ha impactado el déficit del sector eléctrico por encima de lo previsto en el presupuesto vigente del país.
El Gobierno había calculado 89,379.6 millones de pesos para cubrir el déficit de las distribuidoras Edenorte, Edesur y Edeeste. Sin embargo, en el presupuesto complementario o reformulado, esta cifra se incrementó un 4.8 %, por lo que ahora el gasto planificado es de 93,693.7 millones de pesos para esos fines.
La decisión del gobierno de mantener el subsidio, pese a recomendaciones de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) de evaluar el impacto de esta medida en las finanzas del Estado, se fundamenta en que los precios finales de la energía eléctrica en el país dependen del comportamiento de los combustibles, un rubro que también está subsidiado. A noviembre de este año, dicho subsidio alcanzaba los 15,810 millones de pesos.
Déficit comercial
De acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas (MEM), los clientes activos de las tres Empresas Distribuidoras se incrementaron en un 2.5 % para septiembre de 2024, equivalente a 77,063 clientes, con un total de 3,158,570 usuarios.
La entidad precisó en su boletín informativo más reciente que los usuarios facturados en el mes de análisis aumentaron un 3.1 %, es decir, unos 89,805 clientes, alcanzando un total de 2,964,084 personas a las que se les calculó el consumo eléctrico del mes anterior a septiembre.
Por otro lado, las facturas cobradas en ese noveno mes del año reflejaron un incremento del 1.7 %, lo que representa un aumento de 39,864 clientes. No obstante, el total de 2,352,118 usuarios facturados siguió siendo inferior al total de energía suministrada a través de las redes de distribución.
En términos económicos el déficit de las EDE aumentó un 16.8 % en el periodo enero-septiembre 2024, al alcanzar un total de 1,282.1 millones de dólares.
En dicho período, el balance comercial fue de 776.7 millones de dólares, representando un incremento de 15.0 % (101.4 millones) con relación al mismo período del 2023.
Mientras que el balance corriente fue de 1,130.4 millones de dólares, cuya variación representa un incremento de 16.0 % (155.7 millones) con relación al 2023.
En ese orden, el MEM recordó que el desbalance responde al incremento en gastos de compra y en gastos operativos. «Es preciso señalar que el déficit operacional de las Empresas Distribuidoras es subsidiado con los aportes del Gobierno Central (1,168.2 millones de dólares)», dice el reporte.
Pero el presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), Celso Marranzini, aseguró que a noviembre el déficit financiero ya superaba los 1,450 millones de dólares.
El robo de energía
Marranzini informó que, a septiembre de este año, en el país habían unos 800,000 usuarios conectados de manera ilegal al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI).
Luego, a finales de noviembre, precisó que ya se comenzaban a percibir mejoras en el sector eléctrico, con la intervención de más de 26 subestaciones, la adquisición de medidores y la instalación de 28 transformadores. Sin embargo, reconoció que persisten retos en materia de cobranza y responsabilidad ciudadana.
Marranzini participó en un almuerzo empresarial organizado por la Unión Nacional de Empresarios (UNE), donde resaltó que parte del déficit financiero de las EDE recae en deudas millonarias de empresas del propio Estado y del hurto energético.
Informó que la inversión realizada hasta noviembre para mejorar las redes de distribución superaban los 1,958.8 millones de pesos, con los que han podido beneficiar a más de 829,000 usuarios que reciben un servicio más eficiente y organizado.
Por María del Carmen Guillén. Diario Libre
