La incorporación de agentes de inteligencia artificial (IA) en la ciberseguridad empresarial ha dejado de ser una visión futurista para convertirse en una herramienta clave en la protección digital.
Un estudio realizado por Gartner en mayo de 2025, entre 147 directores de sistemas de información y responsables tecnológicos, reveló que el 24% de las compañías ya han implementado estos sistemas, principalmente en áreas internas como tecnología, recursos humanos y contabilidad.
Los agentes de IA se han posicionado como aliados estratégicos para detectar amenazas, automatizar tareas y responder en tiempo real a incidentes de seguridad. Según Brian Murphy, director ejecutivo de ReliaQuest, esta tecnología permite filtrar información irrelevante y liberar a los equipos de tareas repetitivas, ayudando a cerrar la brecha de talento en el sector. Su empresa ha lanzado recientemente GreyMatter Agentic Teammates, agentes autónomos diseñados para asumir funciones que antes recaían en ingenieros y analistas humanos.
La creciente sofisticación de los ciberataques, impulsada por el uso de IA generativa por parte de los delincuentes —capaces de crear deepfakes, campañas de phishing personalizadas y malware avanzado— ha obligado a las empresas a reforzar sus defensas. Justin Dellaportas, de Syniverse, advierte que los atacantes ahora pueden identificar vulnerabilidades y desplazarse dentro de las organizaciones con una rapidez sin precedentes, lo que exige una adopción más acelerada de IA defensiva.
Aunque la integración de estos agentes es gradual y requiere supervisión, expertos coinciden en que su papel no es reemplazar a los profesionales de ciberseguridad, sino potenciar su eficacia y permitirles concentrarse en tareas de mayor valor estratégico. La clave, señalan, será que estos sistemas evolucionen al ritmo de la innovación y cubran toda la superficie de ataque.
(c) con información de Infobae