Por: Heddel Cordero
En el mundo de la publicidad hay una pasión que está generando cambios insólitos en las estrategias publicitarias de las marcas; una tendencia que está acaparando una parte sustancial de los presupuestos de publicidad. Hablamos de los influencers (persona famosa en internet que tiene muchísimos seguidores).
El fenómeno es universal y coloca a éstos en la aspiración mayor de las marcas.
Esta es la era de los influencers.En el mundo de la publicidad hay una pasión que está generando cambios insólitos en las estrategias publicitarias de las marcas; una tendencia que está acaparando una parte sustancial de los presupuestos de publicidad. Hablamos de los influencers (persona famosa en internet que tiene muchísimos seguidores).
El fenómeno es universal y coloca a éstos en la aspiración mayor de las marcas.
Esta es la era de los influencers.
Tanto así, que la mayoría de ellos tiene bajo su responsabilidad a más de una marca. En algunos casos hasta 6 y 7.
Es una realidad de la cual nadie escapa y forma parte de las estrategias publicitarias y de marketing de todas las marcas. Ahora no las hay sin influencers y viceversa.
He leído recientemente un informe del Reino Unido que establece que actualmente el 59% de las marcas planea cobijarse por un influencer.
“Las marcas se lanzan en los brazos de los influencers con el fin de aumentar el engagement de la audiencia”, señala el reporte citado.
El predominio de los influencers en las redes sociales se ha reflejado de manera espectacular en las estrategias de comunicación de las marcas, las cuales, en procura de ganarse el afecto del público que sigue a dicho influencer, les confieren una importancia extraordinaria a todas esas figuras que son seguidas abrumadoramente por millones de personas.
Atletas, artistas y otras celebridades con millones de seguidores en sus diferentes plataformas, con solo tocar una tecla, desde el lugar donde se encuentren, son capaces de influir en el comportamiento de ese gran público y transformar el posicionamiento de una marca.
Esto así, porque sus seguidores hacen lo que ellos les digan que hagan y todo por su poder de influencia.
La única sutileza consiste en precisar si el público que sigue a ese influencer es ciertamente el que se desea conquistar y es el que forma parte del target de la marca. Este boom de los influencers es universal y parece una tendencia del marketing moderno que cada día tendrá más vigencia.
(c) Publicado originalmente en el Listín Diario/07/05/2025