Santo Domingo.-La Asociación Dominicana de Industrias Textiles (ADITEX) advirtió sobre el colapso inminente de la industria textil nacional ante el ingreso masivo de productos textiles terminados e importados desde China a precios de dumping y sin el cumplimiento de las normativas fiscales y laborales del país.
Esta situación, de no ser atendida con urgencia, pondría en peligro más de 70,000 empleos formales y comprometería la estabilidad de miles de micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), las cuales representan uno de los principales motores productivos del país.
“Estamos enfrentando una competencia desleal devastadora. Los comerciantes extranjeros que operan al margen de nuestras leyes están debilitando el tejido empresarial dominicano desde sus cimientos”, afirmó el presidente de ADITEX, Rene Rivas.
ADITEX señala que esta práctica está minando la capacidad competitiva de las empresas locales, erosionando la recaudación tributaria y precarizando el empleo, lo que amenaza la sostenibilidad de uno de los sectores económicos más estratégicos para la República Dominicana.
Ante este escenario, la asociación solicita al Gobierno dominicano asumir una postura firme y soberana en defensa del aparato productivo nacional, adoptando medidas similares a las implementadas en países como México, donde se aplican aranceles de hasta un 25%, y Colombia, que ha establecido mecanismos antidumping, refuerzo aduanero y aranceles diferenciados de hasta un 40% a las importaciones textiles de China.
Como medidas urgentes, ADITEX propone la imposición de un arancel del 50% a los productos textiles terminados importados desde China a precios irrisorios, el fortalecimiento de los controles aduaneros para frenar la subvaloración y la evasión fiscal, y una supervisión estricta del cumplimiento de las normativas fiscales, aduanales y laborales por parte de las autoridades correspondientes.
La asociación hizo un llamado al Gobierno, al Congreso Nacional, a los gremios empresariales y a la sociedad civil a cerrar filas en defensa de la industria nacional y de los empleos dominicanos.
“Lo que está en juego no es solo una industria. Se trata de defender la soberanía económica del país y la dignidad de nuestra clase trabajadora”, puntualizó Rivas.