El Icomos, organismo internacional de protección patrimonial, declaró en 2019 a la Villa Doña Emilia como un monumento en riesgo, debido a décadas de abandono y saqueos.
Montecristi. R.D.- El Ministerio Público y las autoridades policiales investigan las causas del incendio que redujo a cenizas la histórica Villa Doña Emilia, ubicada en el casco antiguo de Montecristi. Las indagatorias buscan determinar si el siniestro fue provocado de manera intencional o accidental.
La procuradora fiscal titular del distrito judicial de Montecristi, Grimaldi Oviedo, se presentó este sábado al lugar del hecho, acompañada de técnicos del Departamento de Siniestros y Explosivos de la Policía Científica, miembros del DICRIM, agentes de la Policía Nacional y del Cuerpo de Bomberos, para iniciar las labores de investigación.
El incendio, ocurrido pasada las 11 de la noche del viernes, consumió por completo la estructura de la villa, edificada a finales del siglo XIX, y reconocida por su arquitectura de estilo victoriano, que la convirtió en uno de los símbolos más representativos del patrimonio histórico y cultural de Montecristi.
La residencia, considerada un símbolo del auge económico y social de la provincia en décadas pasadas, albergó en su momento a personalidades de gran relevancia en la historia local. El siniestro también afectó tramos del tendido eléctrico, una tienda y una vivienda contigua, aunque la estructura siniestrada no contaba con servicio de electricidad.
El general de brigada Alexis Moscat, intendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, encabeza una comisión que realiza levantamientos en la zona junto al DICRIM y otras autoridades, con el objetivo de determinar las causas del incendio. Hasta el momento, se descarta la posibilidad de un cortocircuito, debido a que la vivienda no contaba con instalación eléctrica.
Además, las autoridades han levantado grabaciones de cámaras de vigilancia en residencias y comercios cercanos, y no descartan ninguna hipótesis. Entre las versiones que se investigan, se menciona que la antigua estructura era utilizada con frecuencia por niños haitianos en condición de calle, quienes buscaban refugio y, en algunos casos, habrían encendido fuego para cocinar con trozos de madera.
La Villa Doña Emilia, levantada en 1895 con materiales importados de Francia, fue durante más de un siglo una de las joyas arquitectónicas más representativas del Caribe.
Ubicada en el corazón de San Fernando de Montecristi, frente al reloj público y al antiguo Club del Comercio, la casona no solo se distinguió por su majestuosidad arquitectónica, sino también por su papel como espacio de encuentro cultural y social.
(c) Noticias Telemicro (28.09.2025)