Por: Richard Medina
El gobierno dominicano sometió el proyecto de ley de Presupuesto General del Estado de 2026. Más allá de partidas de gasto particulares, el proyecto de presupuesto evidencia la situación de déficit corriente permanente (ingresos del gobierno menores que su gasto corriente), el aumento del peso de los intereses de la deuda en el presupuesto, y proyecciones de deuda pública más sinceras y elevadas.
El país tendrá déficit corriente por sexto año consecutivo. Esto quiere decir, que una parte de la deuda pública que se contrate para financiar el déficit fiscal de 2026 se gastará en pagar gastos corrientes (nómina, intereses de la deuda, pensiones, subsidios) y la otra parte se irá a pagar todo el gasto de capital o de infraestructura del año.
Hasta la pandemia esto no sucedía. Previamente, el endeudamiento servía para cubrir una parte del gasto de obras públicas de cada año; el gasto corriente se cubría totalmente con los ingresos del gobierno, que también daban para cubrir una parte del gasto de obras de infraestructura.
Uno de los principales gastos que explican el fenómeno anterior es el aumento del pago de intereses de la deuda. En 2026 se proyecta que alcanzarán los RD$324 mil millones, un 3.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Esos son RD$324 mil millones que el gobierno no tiene para hacer obras públicas y proveer bienes y servicios públicos de calidad. La carga es muy pesada. Para referencia, el pago de intereses de la deuda es casi igual al 4% del PIB para educación.
La carga de intereses de la deuda se ha duplicado desde el cierre de 2020: de RD$161,800 millones a RD$324,257 millones en 2026. En términos del PIB también ha aumentado, pasando de 2.9% del PIB a 3.74% del PIB en 2026. Este aumento de los intereses se puede explicar por la mayor acumulación de deuda pública en dicho período, unos US$21,330 millones, y por el aumento de las tasas de interés a las que se colocó la nueva deuda que tomó el gobierno. El aumento de la deuda se debe al incremento importante del gasto corriente, en especial los subsidios y la nómina pública.
Un último punto a destacar es que la proyección de deuda pública para 2027 del llamado Sector Público No Financiero (excluye la deuda del Banco Central) es de 49.5% del PIB. En el presupuesto del año anterior, la deuda se proyectaba en 47% para dicho año. Es curioso este cambio. No ha habido ninguna variable de importancia que haya cambiado en los supuestos presupuestarios, excepto un mayor déficit fiscal de 2025 y 2026. El mayor déficit fiscal no explica este cambio en las proyecciones del tamaño de la deuda, especialmente si se prevee que las tasas de interés internacionales bajen en los próximos meses. En este sentido, parece que las proyecciones de la deuda se han sincerado.
Estos datos del proyecto de presupuesto 2026 muestran que República Dominicana tiene que prestar atención al tamaño de los intereses de su deuda. Para ello debe disminuir el tamaño de sus déficits fiscales. La receta es amarga, pues implica hacer un esfuerzo en reducir los gastos del gobierno y reducir la evasión tributaria. De no hacerlo, continuaremos viendo un aumento acelerado de la deuda pública.



