EFE
Madrid (EFE).- El egipcio nacionalizado estadounidense Karim Rashid, responsable del diseño del nuevo hotel Temptation en el municipio costero de Miches (República Dominicana), defiende la importancia del diseño industrial para facilitar la vida a las personas y pide originalidad para hacer de cada hotel «una experiencia» para el viajero.
El ‘resort’ de Miches es el segundo de esa compañía que diseña Rashid, quien en una entrevista con EFE en la Feria Internacional del Turismo de Madrid (Fitur) cuenta que «aprovecha» las libertades que ofrece que este hotel sea solo para adultos.
«En este caso es un hotel donde se puede hacer ‘topless’, que es solo para adultos, así es que aproveché eso, la sexualidad», dice.
El egipcio comenzó diseñando hoteles en 2001, cuando le ofrecieron renovar un «pequeño hotel de 54 habitaciones en Atenas» que se convirtió «en un éxito y vinieron muchos más». Después le llegaría el turno, hace siete años, al Temptation de Cancún, donde «querían hacer nuevas habitaciones y construir una torre».
«Fue un gran proyecto, donde me encargué de todo, también del diseño de marca, los restaurantes y no lo afronté desde el punto de vista del diseñador sino desde el cliente, pensando qué experiencia querría llevarse» de su estancia.
En esta segunda ocasión con la misma compañía, Rashid se inspiró «en los colores de República Dominicana, en sus playas y su increíble vegetación», respetando la naturaleza «pero no imitándola».
UN HOTEL ÚNICO QUE BEBE DEL LUGAR EN QUE SE ENCUENTRA
El diseñador asegura que su trabajo es su gran pasión y que, cuando dio con ella, supo que ya no querría hacer otra cosa.
Crítico con el sistema hotelero tradicional, invita a los diseñadores a «no copiarse» y crear obras nuevas que estén relacionadas con los lugares en los que están los hoteles.
«Yo respeto mucho la naturaleza, pero no creo que haya que copiarla y hay una tendencia ahora mismo hacia eso, que la repetimos; yo nunca lo he hecho, yo trato de hacer lugares nuevos, empujar las formas, progresar», analiza.
A su juicio, a pesar de las «nuevas posibilidades que conlleva la tecnología», todos los ‘resorts’»son lo mismo, hechos con el mismo material». «Mi idea es cómo seducir a una persona, a que viva la experiencia, llevo trabajando muchos años para empujar y romper esas fronteras», dice.
Sin miedo de propuestas rompedoras como tonos estridentes o espacios muy diáfanos, usa «mucho el color» en sus trabajos: «juego con datos, información, con tecnología y al mismo tiempo me fijo en el espacio, leo mucho en el color de los lugares».
«Si te fijas, en América Latina no es lo mismo Colombia que Jamaica, el color es único en cada sitio, que tiene a sus artistas, pintores y estamos perdiendo todo eso, porque estamos haciendo cosas genéricas», lamenta.
LA FUNCIONALIDAD DEL DISEÑO
Recuerda que una de las funciones básicas del diseño industrial es la funcionalidad y que, además, las nuevas tecnologías deberían haber mejorado ya ciertos procesos, también en el mundo de los hoteles.
«En el hotel en el que me estoy quedando en Madrid estos días, que es uno de los más famosos, todo lo relacionado con la experiencia ha sido terrible, con toda la tecnología que existe y tardas más de media hora en hacer el registro», ejemplifica.
En cuanto al diseño, pone como ejemplo algo tan sencillo y común como una silla: «en el mundo hay millones de sillas con millones de diseños, no debería haber excusas para hacerla incómoda y sin embargo estoy sentado en una que no es cómoda».
Por ello, incide en que los diseñadores se aferren a la idea de hacer los productos «con suavidad» y pensando en la «experiencia» de la persona cuando lo usa.
«En el diseño hay muchos niveles, uno de ellos es la funcionalidad, la tecnología la puedes usar para mejorar los diseños o la iluminación, todo mi trabajo es muy fluido, tienes mejores experiencias porque no tienes obstáculos en el camino», concluye. EFE
Por: Macarena Soto