MADRID, (EUROPA PRESS)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido del riesgo de que el desacoplamiento comercial y tecnológico de grandes potencias como Estados Unidos, la Unión Europea y China puede levantar un «Muro de Berlín digital» que supondrá un coste para la economía global de entre 3 y 6 puntos porcentuales durante la próxima década.
«Nos enfrentamos a un creciente ‘Muro de Berlín digital’ basado en restricciones a las importaciones y exportaciones, y en una cooperación reducida en la investigación científica» ha alertado la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en un discurso pronunciado en un acto organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde ha asegurado que tal enfoque dejaría a todos los países en una situación peor.
La economista búlgara ha señalado que en el caso hipotético de «desacoplamiento» entre EE.UU., la UE y China, las empresas encontrarían cada vez más difícil competir como en la actualidad y los actores tecnológicos dominantes hoy en día ganarían cuotas de mercado aún mayores, con menos incentivos para seguir innovando.
De este modo, ha alertado de que los estándares tecnológicos globales también podrían colapsar, reduciendo la interoperabilidad de las herramientas de las que dependen las empresas, mientras que la capacidad de compartir datos y aprovechar el trabajo de otros se reduciría aún más.
«En tal escenario, los países de ingresos bajos y medianos tendrían que elegir un bando, y una vez que estén atrapados, podrían enfrentar precios más altos, peor servicio y menores perspectivas de desarrollo», ha señalado Georgieva, para quien, dependiendo del escenario, se podrían provocar pérdidas del PIB mundial del orden del 3% al 6% durante la próxima década.
En su intervención, la directora del FMI ha subrayado que la competencia sana impulsa a las empresas y a las personas a alcanzar el máximo rendimiento, estimulando a la vez la innovación y el empleo y elevando el crecimiento de la productividad y el nivel de vida, por lo que el estado de la competencia tiene importantes implicaciones para la estabilidad macroeconómica y financiera.
«El dinamismo impulsado por la competencia será vital para la fortaleza de las economías pospandémicas», ha defendido Georgieva, señalando, sin embargo, que se aprecian una serie de tendencias globales que están frenando, no profundizando, la competencia.
En este sentido, el FMI estima que el creciente poder de mercado explica al menos el 10% de la disminución de la participación de los ingresos que reciben los trabajadores en las economías avanzadas, mientras que también sostiene que una competencia más débil amenaza con hacer que la política fiscal y monetaria sea menos eficaz, ya que las empresas con un poder de mercado excesivo son menos receptivas a los tipos del mercado y a los estímulos fiscales.
Asimismo, al tener en cuenta el efecto de la pandemia, el FMI señala que se han intensificado las tendencias anticompetitivas, lo que podría reducir la inversión de capital y la innovación y traducirse en un impacto adverso de un punto porcentual en el nivel del PIB de las economías avanzadas a medio plazo.