Se impone en el debate del Comité Nacional de Salarios (CNS) sobre el aumento del salario mínimo del sector privado no sectorizado, un diálogo verdadero, transparente, equitativo y responsable, considera Elso Segura Martínez, titular de la Secretaría de Asuntos Laborales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)
“Es fundamental que el diálogo entre el sector empresarial, el gobierno y los trabajadores organizados no se limite a una discusión sobre cifras o a un enfrentamiento de voluntades, sino que se centre en analizar el impacto que tendría en el desarrollo sostenible del país otorgar a los trabajadores un salario equitativo, digno y decente”, considera Segura Martínez al referirse a la propuesta de incremento del salario mínimo, presentada por la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardón).
El ex diputado, miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), considera insuficiente y denigrante dicha propuesta, frente a la realidad que viven miles de trabajadores y trabajadoras del sector privado en nuestro país.
“Esta oferta, que parece una generosa propuesta del sector patronal, se queda corta ante el clamor de los trabajadores organizados en las centrales sindicales dominicanas, quienes exigen un 30 %. Mientras tanto, el gobierno se posiciona en un 20 %, dejando a la ciudadanía atrapada en un tira y afloja que ignora la voz de quienes, con esfuerzo y sacrificio, crean riquezas: los trabajadores”, argumenta Elso Segura Martínez.
Considera que la vida de cada trabajador y trabajadora, no puede estar sujeta a un cálculo que minimice sus necesidades básicas y aspiraciones materiales.
Explica en sus declaraciones que el nivel inflacionario del último lustro ha erosionado el poder adquisitivo y la calidad de vida de las familias trabajadoras; lo que le lleva a afirmar que el incremento propuesto por los empresarios no solo es insuficiente, sino que además perpetúa el estado de pobreza, miseria y desigualdad en la República Dominicana.
“La lucha de los trabajadores por alcanzar un salario justo no es un capricho, sino una necesidad imperiosa. Merecen un salario que les permita vivir con dignidad y cubrir sus necesidades básicas de alimentación, salud, educación y otros servicios fundamentales, como el pago de la energía eléctrica, entre otros”, precisó.