El 2023 fue un buen año para la inversión inmobiliaria turística en el país, debido no solo al extraordinario crecimiento, sino a la consolidación del sector, consideró la Asociación Dominicana de Empresas Turísticas Inmobiliarias (ADETI).
De enero a octubre de 2023, el Consejo de Fomento Turístico (Confotur) aprobó 42 proyectos, con una inversión de US$1,567 millones de los cuales 30 fueron inmobiliarios, 7 hoteleros y 5 de naturaleza mixta (inmobiliario y hotelero), que aportarán 9,260 habitaciones.
El 83 por ciento de esas inversiones aprobadas de manera definitiva durante el 2023 correspondió a proyectos turísticos inmobiliarios o mixtos, para un crecimiento casi al doble respecto al 2022.
Al participar en el Encuentro Económico de Hoy, Eduardo Read, presidente de ADETI; Laura Troncoso, vicepresidenta, y Michel Lugo Risk, director ejecutivo, señalaron que del 2014 al 2022 el 51% de los proyectos aprobados por Confotur para desarrollar instalaciones con vocación turística corresponde a proyectos de turismo inmobiliario o proyectos híbridos (hoteles/inmobiliario).
Muchos proyectos, explicaron, basan su estrategia en el desarrollo de una estructura inmobiliaria para luego atraer los hoteles, mientras que otros se fundamentan en el desarrollo del hotel para luego atraer las inversiones inmobiliarias.
Precisaron que un tercer esquema es el desarrollo de las inversiones inmobiliarias que luego operan como hospedajes de visitantes y un cuarto corresponde a desarrollos inmobiliarios que son usufructuados por sus propietarios, que a su vez los rentan a terceros.
Resaltaron que el Ministerio de Turismo tiene computados 140 proyectos en construcción en distintas provincias, con plazo de construcción vigente, incluyendo solicitudes de prórroga y que la gran mayoría están en la provincia La Altagracia.
Plantearon que otras demarcaciones geográficas, como Miches, Samaná, Puerto Plata, Constanza y Jarabacoa, siguen siendo potenciales zonas de desarrollo por sus grandes bondades.
La industria del turismo inmobiliario genera entre 26,000 y 27,000 empleos directos y se espera que la creación de 20,000 empleos en los próximos tres o cinco años, sin incluir los empleos indirectos.
Los directivos de ADETI destacaron que el turismo inmobiliario tiene impacto en las comunidades y pusieron como ejemplo que el proyecto Punta Arena, en la provincia Peravia, ha involucrado a los agricultores y los pescaderos de la zona, y todo lo que consume el proyecto proviene en su mayoría de las comunidades aledañas.
El 35% de los compradores de propiedades del turismo inmobiliario son dominicanos y un 65% extranjeros, sobre todo en las áreas de Puerto Plata, Samaná y Sosúa, mientras en el Este (La Romana y Bahíbe) los compradores son italianos y dominicanos; en el Sur, la mayoría son dominicanos, especialmente residentes en el extranjero.
Los grandes proyectos del turismo inmobiliario están en Casa de Campo, Punta Cana, Capcana, que tienen 60 años, 55 años y 20 años, respectivamente.
Casa de Campo posee más de 2,500 propiedades, seguida por Punta Cana y Capcana.
Expresaron que luego le siguen una gran cantidad de proyectos que van emergiendo algunos en cantidad y otros en calidad.
Pusieron como ejemplo el proyecto Playa Grande, en la provincia María Trinidad Sánchez, que no tiene tantas viviendas, pero el perfil de comprador es excesivamente alto.
Los asociados a ADETI poseen 222.5 millones de metros cuadrados de terreno, de los cuales 49.1 millones de metros cuadrados están en áreas con desarrollo de infraestructura en servicios básicos, dijeron.
Con proyecciones de adicionar unos 6.4 millones de metros cuadrados de infraestructura este año y unos 9.8 millones de metros cuadrados en plan de desarrollo para los próximos cinco años.
El sector tiene 35 mil habitaciones, de las cuales 4,335 son hoteleras y 30,800 apartamentos (13,930) y casas (16,875), con planes de desarrollar 6,000 nuevas habitaciones en un año.
Ubaldo Guzmán Molina. Periódico Hoy