Mucha tinta se ha gastado sobre la poca calidad de la educación preuniversitaria, llegándose a creer que con aumentar la inversión de manera abrupta en ese sector se lograría cambiar de rumbo, lo cual ha sido decepcionante porque el país todavía sigue en los últimos lugares de la prueba PISA.
Las miradas se han centrado en las aulas de la escuela, sin observar que un fenómeno similar ocurre en la educación superior, a tal punto que ninguna universidad dominicana aparece entre las 150 mejores universidades de América Latina según su calidad.
La mejora posicionada en al QS Latin America University Rankings 2025 ha sido la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, que aparecen en la posición 161 empatadas con otras universidades de la región, mientras que la estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo aparece en la posición 351, superada por otras tres universidades privadas dominicanas.
La segunda universidad dominicana mejor ranqueada es Intec, en la posición 171, seguida por Unibe en el 201 y la UNPHU en el puesto 301.
Otras universidades que aparecen en el QS Latin America University Rankings 2025 son O&M y Unicaribe en la posición 401.
Las mejores de la región
En ese ranking la posición número uno en América Latina y el Caribe lo ocupa la Universidad de Sao Paolo en Brasil, seguida por la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Estatal de Campiña de Brasil, el Tecnológico de Monterrey en México y la Universidad Federal de Río de Janeiro, también de Brasil.
Falta acreditaciones
Uno de los factores clave que explican este bajo desempeño de las universidades dominicanas es la insuficiente inversión en investigación y desarrollo académico.
A diferencia de países como Chile, Brasil y México, donde las universidades reciben importantes recursos para fomentar la producción científica y tecnológica, las instituciones dominicanas cuentan con presupuestos limitados que restringen su capacidad de innovación y competitividad.
La investigación o descubrimiento, empleabilidad de sus egresados, compromiso global y lo académico son de los factores tomados en cuenta.
El huevo o la gallina
En materia de la baja calidad de la educación dominicana, surge la interrogante similar a la de cuál nació primero, ¿el huevo o la gallina?, pues las universidades reciben el producto del sistema educativo preuniversitario, pero las escuelas están guiadas por maestros formados en universidades con deficiencias, lo que crea un círculo vicioso.
Los resultados de las pruebas PISA han colocado repetidamente a República Dominicana entre los últimos lugares del mundo en matemáticas, lectura y ciencias.
Con una educación básica deficiente, los estudiantes ingresan a las universidades con serias dificultades para el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el dominio de competencias fundamentales.
Esto afecta el nivel de los programas académicos y la calidad de los egresados, creando un círculo vicioso que perjudica la competitividad del país.
Deficiencia
— Investigación
Uno de los factores que incide en la baja calificación de las universidades dominicanas es la deficiencia en programas de investigación, a tal punto que muchas de ellas no tienen ninguno destacado.
(c) con información del periódico El Día
