La naranja es una de las frutas más versátiles del mundo. Y es que es posible consumirla en jugos, gajos, dulces y hasta ensaladas. Todos saben que este fruto cítrico aporta una buena cantidad de vitamina C y crece en huertos y patios.
Pero la naranja es más que vitamina C, y acá te dejamos cinco datos que te harán pensar en incluirla en tu dieta diaria. Algo que, por cierto, es muy fácil: Solo basta con comer una al día.
Naranja para la salud del corazón
Los estudios han demostrado que el consumo regular de naranjas puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Este padecimiento es actualmente la causa más común de muerte prematura en el mundo.
La naranja es rica en vitamina C
Y la vitamina C es un antioxidante muy potente capaz de ayudar a combatir los daños cutáneos causados por la exposición solar y la contaminación. Además, reduce las arrugas y mejora la estructura general de la piel. La vitamina C juega un papel esencial en la formación de colágeno, el principal sistema de soporte de la piel.
Prevención de la anemia
La anemia se refiere a la reducción patológica de la hemoglobina (Hb) por debajo de los niveles normales, lo que determina una capacidad reducida de la sangre para transportar oxígeno y, a menudo, es causada por una deficiencia de hierro. Aunque las naranjas no son ricas en hierro, son una excelente fuente de ácidos orgánicos, como la vitamina C (ácido ascórbico) y el ácido cítrico, que tienen la capacidad de aumentar la absorción de hierro en el tracto digestivo. Por eso, cuando tengas una comida rica en hierro puedes terminar con una naranja para ayudar a prevenir la anemia.
Naranja para fortalecer el sistema inmune
Beber un jugo de naranja recién exprimido al día ayuda a fortalecer el sistema inmune. Este efecto se debe principalmente a la acción de la vitamina C, que protege contra infecciones, estimula la formación de anticuerpos y fortalece el sistema inmunológico.
Prevención del cáncer
Según un estudio de 2004 publicado en el American Journal of Epidemiology, el consumo de plátanos, naranjas (incluso en jugo) en los primeros dos años de vida puede reducir el riesgo de desarrollar leucemia infantil. Como excelente fuente de vitamina C, las naranjas también pueden ayudar a combatir la formación de radicales libres, que son los responsables del desarrollo de tumores. Además, la ingesta adecuada de fibra se asocia con un menor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
