Dormir bien es imprescindible para el buen funcionamiento de una persona. En la vida moderna es muy común padecer de trastornos del sueño debido a que vivimos muy expuestos a la luz artificial y eso es uno de los principales factores que altera los ciclos de sueño.
A continuación una entrevista al médico neumólogo Ramón Toribio, egresado del Hospital Valle de Hebrón, España. Presta servicios en el Edificio Profesional COM y en Cedimat.
—¿Qué son los trastornos del sueño?
Son las afecciones que alteran los ciclos del sueño. Es una patología multidisciplinaria, es decir, que involucra diferentes especialidades médicas, en función de los síntomas específicos de cada paciente. Por ejemplo, el insomnio puede ser una manifestación de una enfermedad psiquiátrica, ya sea ansiedad o depresión, pero el insomnio, a veces, sobre todo en mujeres, se puede manifestar como síntoma de la apnea obstructiva del sueño, no es lo más común, pero se puede ver.
—Tipos de trastornos del sueño y cuáles son los más comunes:
Los trastornos del sueño son: insomnio, apnea del sueño (obstructiva o central), síndrome de piernas inquietas, bruxismo (rechinamiento de los dientes), narcolepsia, entre otros. Pero, los más comunes son insomnio y apnea obstructiva del sueño (AOS).
—¿Qué es la apnea obstructiva del sueño?
Es una condición que se produce por el colapso, parcial o completo, de la vía respiratoria superior. Apnea es dejar de respirar y se conoce como uno de los trastornos respiratorios del sueño. Cuando uno deja de respirar no se oxigena bien y eso produce un microdespertar, lo que genera mucha actividad cerebral, que va a interferir en los ciclos normales del sueño.
—¿Quién está en riesgo de padecer AOS?
Personas con sobrepeso y obesidad, pero no quiere decir que todas las personas con esas condiciones padezcan AOS. Hay delgados que tienen AOS porque su vía respiratoria superior, anatómicamente, es estrecha o flácida. Además, pacientes con trastornos maxilofaciales.
El tabaquismo y consumo de alcohol se consideran un factor de riesgo, porque producen alteraciones a nivel de la musculatura de la vía respiratoria que la hace más débil con lo cual facilita que se colapse.
La AOS es más frecuente en hombres que en mujeres, sin embargo, ya en mujeres posmenopáusicas la prevalencia se iguala. En términos generales, a nivel mundial la prevalencia de la AOS se estima en un 5 %. En República no hay un estudio organizado, pero por lo que uno consulta y comenta con colegas, el comportamiento es parecido al de la población mundial.
—¿Los niños pueden padecer AOS?
Sí. En la población infantil habitualmente se asocia a hipertrofia de amígdalas y a la obesidad. Si el niño pierde peso y le operan las amígdalas, el niño se cura. En el caso de los menores esta enfermedad se asocia al bajo rendimiento escolar.
—¿Cuáles son los síntomas de la AOS?
Ronquidos, apneas observadas y crisis de asfixia nocturna, que a veces se puede confundir con una crisis convulsiva. Por otro lado, nocturia (despertarse a orinar en repetidas ocasiones), cefalea matutina, somnolencia diurna y sensación de cansancio. Los pacientes con apnea obstructiva del sueño son personas que se quedan dormida fácilmente dondequiera, lo cual convierte a la AOS en una condición que te puede provocar accidentes laborales y de otro tipo, en el caso de los conductores.
La mayoría de los pacientes acuden a la consulta habitualmente porque lo lleva el compañero de cama, ya sea la mujer o el hombre, porque no le deja dormir por los ronquidos, y luego le atormentan las pausas respiratorias de la pareja.
—¿Cómo se diagnostica?
Se inicia con un examen físico del paciente y evaluación de la vía respiratoria. Además, análisis para descartar enfermedades asociadas (hipotiroidismo o diabetes) e identificar alguna alteración cardiovascular. Luego se realiza una polisomnografía, que es un registro del sueño del paciente durante una noche, ya sea en un laboratorio del sueño o en el domicilio, según las características del paciente.
—¿Cuáles son los riesgos de padecer AOS?
La mayoría de los pacientes con apnea obstructiva del sueño como no descansan bien durante la noche, al día siguiente suelen presentarse con síntomas de somnolencia, fatiga, cansancio. Pero, a nivel del aparato cardiovascular, la apnea obstructiva del sueño es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, porque esa caída en la saturación de oxigeno produce un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, y eso se puede traducir en hipertensión arterial, si el paciente no lo es, o puede provocar que el paciente hipertenso no se controle bien.
Padecer apnea obstructiva del sueño también puede desencadenar arritmia o empeorarla, si la tiene ya el paciente. A nivel cerebrovascular eso va a convertirse en un factor de riesgo para accidentes vasculares cerebrales, etc.
Luego, a muy largo plazo, se ha visto asociada a enfermedades neurológicas degenerativas, como el Alzheimer, Parkinson o demencia senil. Pero también en el sistema metabólico se asocia a la resistencia a la insulina, obesidad y hasta a cáncer, por el estado inflamatorio en que el organismo se encuentra.
Hay personas que se pueden beneficiar de una cirugía de apnea del sueño, es un porcentaje menor de pacientes, o de una cirugía maxilofacial, en caso de que el paciente tenga trastornos a nivel maxilofacial o a nivel de la vía respiratoria, también con dispositivos de avance mandibular.
—¿Cómo se trata este padecimiento?
Lo primero es que si el paciente está en obesidad debe perder peso, segundo el paciente debe mejorar la higiene del sueño. Por otro lado, más del 90 % de los pacientes se trata con CPAP por sus siglas en inglés (Presión positiva continua sobre la vía aérea), dispositivo electrónico que administra al paciente, a través de una mascarilla que cubre la nariz y la boca, una presión continua de aire que mantiene abierta la vía respiratoria. El paciente debe usarlo todas las noches y elimina los ronquidos y las apneas.
—¿A qué se refiere con higiene del sueño?
Son los malos hábitos que uno suele tener como: acostarse viendo televisión, irse a la cama con un celular o tableta, cenar próximo a la hora de acostarse y hacer comidas copiosas durante la noche, no tener hora fija para acostarse, no dormir entre 7 y 8 horas, no dormir en un ambiente adecuado (insonorizado, oscuro y climatizado). Si tratas la apnea, pero el paciente tiene una mala higiene del sueño, entonces no va a conseguir el objetivo.
—¿La AOS se supera, es decir, se cura?
La apnea obstructiva del sueño es una enfermedad crónica y progresiva, porque en la medida que uno se hace mayor tiende a hacerse más flácido y a ganar peso. Solamente pudiera curarse en algunos casos, con cirugía o si el paciente recupera su peso, pero eso ocurre en menos de un 10 % del universo de pacientes. En la mayoría de los casos es una enfermedad de por vida.
—¿Cuáles ajustes en el estilo de vida pueden mejorar la calidad del sueño?
Mantener un peso adecuado, hacer ejercicios, mantener un horario fijo para irse a la cama, vigilar las medidas de higienes de sueño y suprimir el cigarrillo, alcohol, sustancias o bebidas estimulantes.
Una enfermedad costosa
El neumólogo Ramón Toribio asegura que la apnea obstructiva del sueño es una enfermedad que está infradiagnosticada, a nivel internacional y nacional, porque el acceso al diagnóstico es complejo.
Deploró que en el país los seguros médicos no incluyan la polisomnografía en su catálogo ni tampoco el aparato (CPAP) que mayormente se utiliza para tratar este padecimiento.
«En República Dominicana la AOS es una enfermedad para ricos. El estudio para hacer el diagnóstico es costoso, ya que la mayoría de los seguros médicos no cubren. No están incluido en los planes básicos de salud y eso hace que las personas no puedan hacerse el estudio para confirmar el diagnóstico y luego los tratamientos también son costosos».
«El diagnóstico y el tratamiento de una apnea obstructiva del sueño está sobre los 100 mil pesos, mínimo, lo cual limita bastante el acceso al diagnótico y al tratamiento».
Publicado originalmente en Diario Libre