Por Escarlin Pozo. El Inmobiliario
El panorama que se vive detrás de una estafa inmobiliaria se vuelve lamentable desde cualquier perspectiva desde donde se observe. El haber ahorrado por años mientras se trabajaba arduamente, con el sudor de la frente, es lo que vuelve este escenario penoso y desgarrador.
Ante el caso de estafa, ocurrido en La Romana y Bávaro, denominado por el Ministerio Público como “Operación Guepardo”, la presidenta de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi), Annerys Meléndez, compartió una serie de medidas preventivas para evitar caer en una de estas redes.
“Sabemos que las estafas son muy lamentables. Y también entendemos que han sido un dolor para muchos dominicanos y extranjeros porque realmente duele usted haber ahorrado un dinero, haberlo invertido, haber creído en personas y haber sido estafado”, expresó con gran pesar.
La primera medida dada a conocer es que las personas interesadas en invertir deben elegir a un promotor o constructor con trayectoria y reputación en el mercado.
“El constructor o promotor no es como el vendedor solamente, sino que es el que va a ejecutar el proyecto, el que va a hacer que el proyecto sea un éxito, el que le va a entregar su proyecto”, explicó.
Pero, ¿de qué manera se puede comprobar que se trata de una persona confiable? En ese sentido, destacó varias formas al ser entrevistada en el programa El Día. En primera instancia, comprobar que el individuo o empresa haya ejecutado otros proyectos con éxito en sus ejecuciones y entregas.
Por otro lado, confirmar que esté agremiado por una institución, pudiendo ser por parte de la Acoprovi que, según la ingeniera, los profesionales registrados no han presentado, hasta la fecha, ningún caso de estafa en su historial.
La segunda medida preventiva es verificar los aspectos legales del proyecto, específicamente, que en el contrato figure el nombre de quien recae la competencia legal de parte del proyecto o de la constructora.

Annerys Meléndez destacó que las estafas que han venido ocurriendo no representan al sector, precisando que invertir en República Dominicana es una actividad segura siempre que se realice mediante empresas reputadas y reconocidas.
“Cuando va a hacer una inversión de muchos millones de pesos, es preferible que invierta en un buen abogado que le asesore en ese camino y le asegure”, aconsejó.
Asimismo, precisó que se debe comprobar que el terreno donde se va a desarrollar la obra cuente con un título a nombre de la empresa que va a ejecutar el proyecto.
En ese orden, Meléndez indicó que se debe confirmar la formalidad de la empresa. Ahí recae que se debe investigar si cuentan con una oficina.
Agregó otra prevención a tomar en cuenta: desconfiar de ofertas demasiado atractivas, haciendo mención de cómo este “proyecto inmobiliario” fue ofertado al público con un descuento en un 50 %, teniendo un valor por debajo de los inmuebles del mercado.
“Imagínese que hay un proyecto muy cerca al suyo, que usted puede investigarlo de cualquier manera, y verifica que, había una oferta irresistible del 50 % de descuento. Por lógica y sentido común, en cuanto a los márgenes que existen en el mercado, no va a funcionar a ese proyectista hacer un descuento de un 50 %”, señaló.
Añadió, además, que se debe constatar que el proyecto tenga cierto avance en su permisología.
“Son factores que usted legalmente tiene que verificar, igualmente a la solvencia económica del proyecto. Si, por ejemplo, hay un banco detrás o si hay un fideicomiso”, mencionó.
Annerys: “Las estafas no representan al sector”
Durante su intervención, Annerys Meléndez destacó que las estafas que han venido ocurriendo no representan al sector, precisando que invertir en República Dominicana es una actividad segura siempre que se realice mediante empresas reputadas y reconocidas.
“La realidad es que la cantidad de estafados, aunque es muy doloroso, no son representativos del sector. Y el último mito es si se pueden evitar. Por supuesto que se pueden evitar”, afirmó.
Manifestó, para aclarar, que los estafadores son personas oportunistas –delincuentes – que se insertan en cualquier sector de un país. En este caso, al sector inmobiliario, afectando a dominicanos y extranjeros.
Desde esa perspectiva, desmintió la idea de que actualmente ocurren más estafas que en el pasado. Indicó que la diferencia radica en la mayor visibilidad y notoriedad que han recibido estos casos.
Como respaldo, citó datos recientes del 2024, que reflejan más de 40,000 viviendas en proceso de comercialización solo en el Gran Santo Domingo, lo que equivale a aproximadamente el 70 % del mercado.
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