La tecnificación del riego no solo es una inversión económica, sino una necesidad crítica para asegurar la provisión de agua durante todo el año, especialmente en épocas de sequía, expresó la presidente ejecutiva adjunta de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Ivonne García.
Durante su participación en el panel de expertos “Impacto de la Tecnificación del Riego en el Desarrollo Económico de República Dominicana”, realizado por la Dirección de Tecnificación Nacional de Riego, resaltó la importancia de facilitar el acceso a créditos con bajas tasas de interés y plazos adecuados para que los agricultores puedan invertir en la tecnificación de sus métodos de riego.
“Necesitamos que los agricultores tengan acceso a créditos con condiciones favorables para que puedan adoptar tecnologías de riego más eficientes, como el riego por goteo, que puede alcanzar una eficiencia del 95%, en comparación con el 60% del riego por inundación”, afirmó García, señalando que este enfoque no solo mejora la eficiencia del uso del agua, sino que también aumenta la productividad y la sostenibilidad de la agricultura dominicana.
“La inversión en infraestructura para la conservación del agua es esencial. Necesitamos más presas para asegurar que el agua no se pierda rápidamente hacia el mar”, subrayó.
La ejecutiva de la JAD también abordó la importancia de la reforestación y la conservación de las cuencas altas para la producción de agua. “Debemos invertir en la reforestación, ya que la parte alta de las cuencas es crucial para la producción y conservación del agua”, dijo García, destacando que incluso elementos como el musgo juegan un papel vital en este proceso.
En su intervención, instó a una mayor tecnificación de la agricultura para reducir el uso indiscriminado de agroquímicos y proteger el medio ambiente. “La tecnificación del riego no solo es una solución económica, sino también una forma de mitigar los efectos negativos del uso de agroquímicos en nuestros cuerpos de agua y ecosistemas”, concluyó.
Estas iniciativas, según García, requieren de un esfuerzo conjunto y un compromiso real por parte de las instituciones financieras para proporcionar los recursos necesarios que permitan a los agricultores dominicanos modernizar sus métodos de riego y, en consecuencia, mejorar su productividad y sostenibilidad.