GINEBRA – La cifra de personas desplazadas, principalmente por los conflictos, la violencia y el cambio climático, sigue en ascenso en el mundo y supera los 84 millones, indicó este jueves 11 el reporte semestral de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
La comunidad internacional “no ha logrado prevenir la violencia, las persecuciones ni las violaciones a los derechos humanos, que aún obligan a las personas a abandonar sus hogares”, señaló el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
“Además, los efectos del cambio climático están agravando las vulnerabilidades existentes en muchas áreas que han dado acogida a personas desplazadas por la fuerza”, agregó Grandi.
El desplazamiento forzado se mantiene al alza en 2021: sumaban 82,4 millones de personas al final de 2020 y ya en junio de este año pasaban de 84 millones quienes huyen de la violencia, la inseguridad y los efectos del cambio climático.
El informe, sobre el período de enero a junio de 2021, indica que el incremento se debe, en gran medida, al desplazamiento interno, dado que cada vez son más las personas que huyen de conflictos activos en el mundo, sobre todo en África.
Son casi 51 millones las personas desplazadas dentro de sus propios países, y gran parte del desplazamiento interno se dio en África: 1,3 millones de personas en la República Democrática del Congo y 1,2 millones en Etiopía.
Fuera de ese informe, las agencias de la ONU dan cuenta de que este noviembre siguen los desplazamientos provocados por conflictos armados en el norte de Etiopía y en el este de la República Democrática del Congo, donde hasta 8000 personas en un solo día debieron cruzar la frontera buscando refugio en la vecina Uganda.
También este noviembre se ha agudizado el drama de los miles de migrantes, muchos de origen sirio, afgano e iraquí, que cruzan o tratan de cruzar la frontera entre Bielorrusia y Polonia, en un marco de fuerte tensión política entre Minsk y el conjunto de la Unión Europea.
“Los países y las comunidades con menos recursos llevan a cuestas la carga más pesada en la protección y el cuidado de las personas desplazadas por la fuerza; por tanto, requieren más apoyo del resto de la comunidad internacional”: Filippo Grandi.
Al respecto, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que “me horroriza que un gran número de migrantes y refugiados continúen siendo dejados en una situación desesperada con temperaturas casi gélidas en la frontera entre Bielorrusia y Polonia”.
“Insto a los Estados involucrados a que tomen medidas inmediatas para reducir y resolver esta situación intolerable de acuerdo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y el derecho de los refugiados”, agregó Bachelet.
El reporte de Acnur igualmente destaca que la violencia en Myanmar y Afganistán obligó a que muchas personas abandonaran sus hogares entre enero y junio de 2021.
El número de personas refugiadas también se mantuvo al alza durante la primera mitad de 2021, y la cifra llegó casi a 21 millones. La mayor parte de nuevos refugiados provino de cinco países: República Centroafricana (71 800), Sudán del Sur (61 700), Siria (38 800), Afganistán (25 200) y Nigeria (20 300).
La mortífera combinación entre conflicto, pandemia, pobreza, inseguridad alimentaria y emergencia climática ha agravado la situación en la que se encuentran las personas desplazadas, la mayoría de las cuales han sido acogidas por regiones en vías de desarrollo.
En el informe también se recoge que las restricciones fronterizas derivadas de la covid-19 siguen limitando el acceso de solicitantes de asilo en distintos puntos.
Aún escasean las soluciones para las poblaciones desplazadas por la fuerza. De hecho, menos de un millón de personas desplazadas internas y 126 700 personas refugiadas fueron las que lograron volver a casa en la primera mitad de 2021.
Grandi dijo que “la comunidad internacional debe redoblar los esfuerzos de construcción de paz y, al mismo tiempo, debe garantizar que existan recursos suficientes para las comunidades desplazadas y de acogida”.
“Los países y las comunidades con menos recursos llevan a cuestas la carga más pesada en la protección y el cuidado de las personas desplazadas por la fuerza; por tanto, requieren más apoyo del resto de la comunidad internacional”, añadió Grandi.
Fuente: Ipsnoticias.net
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