La Organización Mundial de la Salud presentó los alimentos esenciales para apoyar la reproducción, buena salud y crecimiento de una persona. Estos nutrientes se dividen en micronutrientes y macronutrientes.
Los micronutrientes son los nutrientes que una persona necesita en pequeñas dosis, mientras los micronutrientes constan de vitaminas y minerales.
Los seis nutrientes esenciales son las vitaminas, los minerales, las proteínas, las grasas, el agua y los carbohidratos.
Puedes encontrar las vitaminas en las frutas y proteínas magras; además, en las vitaminas A, D, E, K, además; vitamina B-1 (tiamina), B-12 (cianocobalamina).
También, vitamina B-6, B-2 (riboflavina), B-5 (ácido pantoténico), B-3 (niacina), B-9 (folato, ácido fólico), B-7 (biotina) y la vitamina C.
Estas, estimulan el sistema inmunitario, ayudan para prevenir o retrasar ciertos tipos de cáncer. Además, fortalecen dientes y huesos, ayudan a absorber el calcio y mantienen la piel saludable.
De igual modo, ayudan al cuerpo a metabolizar las proteínas y los carbohidratos, ayudan con la salud sanguínea y al funcionamiento de cerebro y el sistema nervioso.
En tanto, los minerales pueden encontrarse en el magnesio, calcio, fósforo, azufre, sodio, potasio, cloruro.
Igualmente, en el hierro, selenio, zinc, manganeso, cromo, cobre, yodo, fluoruro, molibdeno; que mantienen los niveles de agua, fortalecen los huesos y evitan la caries.
Además, mantienen la piel, cabello y uñas saludables, ayudan con la coagulación de la sangre, a transportar el oxígeno, apoyan al sistema inmunitario y promueven una presión sanguínea saludable.
Otros alimentos
En cuanto a los minerales, están presentes en: carnes rojas, mariscos, sal de mesa yodada (menos de 2,300 miligramos al día), leche y otros productos lácteos.
También, en las nueces y semillas, vegetales, frutas, aves de corral, el pan y cereales fortificados, la yema de huevo, granos integrales, frijoles y legumbres.
Sin embargo, la proteína prevalece en carnes rojas, aves, incluyendo pollo y pavo, pescado y otros mariscos, frijoles y legumbres, huevos, productos lácteos, soja, nueces y algunos granos.
Ellas aseguran el crecimiento de los músculos, huesos, cabello y piel, forman anticuerpos, hormonas, sirven como fuente de energía para las células y tejidos cuando se necesita.
Las grasas están en las nueces, pescado, como salmón y atún; aceites vegetales, aceite de coco y semillas.
Las grasas saludables ayudan con el crecimiento de células, coagulación de sangre, generación de células nuevas, reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Igualmente, con el movimiento muscular, equilibrio del azúcar en la sangre, funcionamiento del cerebro, absorción de minerales y vitaminas, producción de hormonas y la función inmunitaria.
Del mismo modo, los carbohidratos están en la quínoa, el arroz integral, los vegetales, la pasta integral, pan y otros productos horneados.
Asimismo, la avena, frutas y la cebada. Estos ayudan al sistema inmunitario, el función del cerebro y el sistema nervioso.
También, aporta energía para realizar tareas y la función digestiva.
No obstante, recomienda evitar el consumo de productos excesivamente procesados que contienen harina blanca y alimentos con azúcar agregada.
Nutriente más importante
Según la entidad que regula la salud a nivel mundial, afirma que el consumo de agua elimina las toxinas y amortiguar los choques.
También, transporta los nutrientes, evita el estreñimiento, hidrata y lubrica el cuerpo.